Hace solo 5 minutos estaba a punto de llamar al 066 para
reportar el enorme escandalo que traían mis vecinos en Xalapa de la Secretaria
de Transportes, no lo hice porque quería que la chunchaca (que me encanta a
ratos) me inspirara para quejarme de las molestas y frecuentes faltas de
respeto que la música alta u otros tipos de ruidos, así como estacionar el
coche frente a una cochera porque “es vía pública” pueden causarme a mi y otras
personas. Afortunadamente el ruido ya paró, lo cual me da bastante alivio y no
tendré que quitarle el tiempo a una operaria del servicio de emergencia.
Desde siempre, recuerdo haber tenido que soportar abusos y
faltas de respeto de las personas porque si, ¿injusto no?, pues por algo lo he
soportado, y eso es porque en lugar de hacer algo por ello seguí el ejemplo de
esas personas pensando que tenía derecho de poner música alta a las seis de la
mañana cuando me metía a bañar porque mi vecino se paraba todos los sábados y
domingos a correr y gritaba cosas muy raras de maneras todavía más raras.
A pesar de que hago mi mayor esfuerzo por ser un ciudadano
ejemplar estoy muy lejos de eso, pero siempre trato de ponerme en el lugar de
las personas alrededor de mi, como los del departamento de en Puebla donde
vivo, trato de molestar lo menos posible a mis vecinos para que de la misma
manera cuando ellos hagan algo yo tenga la oportunidad de pedirles que no hagan
eso. Desafortunadamente ayer eso no paso. Durante tres días seguidos a partir
del lunes los dueños de una clamatería que está atrás del departamento tuvieron
abierto su bar desde la tarde hasta el siguiente día donde después de salir de
la casa el escandalo seguía,
Si nosotros fuéramos diferentes las cosas que hacemos serían
mucho mejores para con nosotros.